El modelado de una persona me hace iniciar una nueva etapa en mi carrera profesional, porque quiero avanzar subir un escalón más en la espiral creativa que todo artista debe recorrer.
La energía que se desprende del deseo, es superior a los obstáculos que debo superar…
Fase impresionista figurativa en el modelado de una persona
Seguimos dibujando sobre el barro midiendo sobre la foto con el compás, y respetando los ejes. Requiere mucha valentía transformar cualquier zona del busto, porque cada movimiento imprimado sobre el barro irá cambiando todo .
Cada trazo de palillo refleja un volumen que se verá desde cualquier angulo. por éste motivo mi método va acercándose a las vistas de todos los ángulos posibles.
En ésta fase, aún «basta», donde vale todo, nos iremos acercando al volumen multivista. Al ser un retrato, podremos esmerarnos en alguna foto, pero sin olvidar nunca las otras.
Las fases anteriores donde es posible modelar con la mano, y con palillos muy grandes, generan esculturas mas bien impresionistas. Ahora estaremos llegando al realismo, aunque todavía nos movemos con los trazos bastos de pedazos de barro, como si de pinceladas al óleo se tratara.
El proceso de descubrir al personaje en un volumen, pasa por asimilar cada vista. interiorizar cada forma, cada gesto, en cada foto, para entender como la forma se adapta a la expresión. Distintas fotos, distintas expresiones, pero una misma base plástica.
En cada fase del modelado, se puede terminar la obra, pero en distintos estilos. De hecho una acción creativa es rápida, intuitiva, potente, emotiva, valiente y decidida. A veces basta unos ligeros trazos con la mano para hacer una obra de arte.
Muchas veces me han preguntado cuando doy por terminado el modelado de una persona. Les digo que depende…. Si quieres ver nacer a la persona, si quieres evocar al personaje y que emerja del material, debes esperar a que tu percepción se adapte a las distintas imágenes formas y emociones.
La forma de plasmar la realidad, difiere en los artistas. En mi caso, me domina una gran obsesión, empapándome del proyecto a todos los niveles. Por eso llego hasta lo más próximo a la realidad, donde la mayoría no quiere llegar en escultura, por su tremenda dificultad . Pero la capacidad de observación y análisis no es incompatible con el instinto y la capacidad creadora.
Haciendo un símil con la pintura, Velazquez aplicaba infinidad de veladuras, para llegar a su pintura definitiva, capa tras capa, para un 2d…
Imaginaos si esa misma técnica se aplicara al 3d, serían infinitas veladuras aplicadas en las distintas vistas. En verdad no es tan complicado el modelado de ésta forma, aunque si laborioso. Requiere de abstracción de la realidad, para componer nuestra figura, que aunque no sea real, dará todo el carisma de su verdadera imagen.
Comienzo la estructura, del busto. Nueva jornada
Con un trozo de aglomerado de madera sujeto entre dos bastidores, pretendo hacer un caballete que se pueda inclinar cuando la escultura esté mas avanzada. Para ello, introduzco la estructura y pongo un tornillo como eje, pero también 2 tornillos de fijación, para evitar que se pueda caer hacia atrás, y poderlo desatornillar cuando la obra esté muy avanzada. De ésta forma podré trabajar más cómodamente desde la vista frontal y sobre mi mesa baja.
Una vez metidos los tornillos de 10 cm de largos, repaso todos los lados antes de su instalación sobre el caballete de trabajo. Lo pongo a escuadra y hago unas marcas sobre la base para no perder su ubicación cuando ponga el barro. Cepillo la base e introduzco los tornillos grandes que lo unirán al tablero de base. El conjunto irá sobre el caballete giratorio.
Uno mi caballete a la base donde trabajaré.
Para hacer el modelado de una persona es preciso saber que el barro tiene un encogimiento de un 10 por ciento o mas. Eso quiere decir que si cuando comienzas mide 40 cm, cuando estás terminando mide 32 cm aproximadamente. Por otro lado, para evitar que la cabeza se caiga hacia adelante, se pueden hacer 2 cosas: modelar sobre barro duro, o hacer un mínimo de estructura. En nuestro caso llevará un mínimo.
Comienzo desembalando las pellas de barro. Uno 2 pellas después de arañarlas con un palillo de modelar con forma de peine y aplicando barbotina o barro líquido, para su perfecta unión. Sueldo los bordes de la unión. Termino el bloque añadiendo dos trozos mas, usando la misma técnica.
Llega el momento de introducir el barro. Comienzo colocando la base que después será muy práctica. Lo compacto contra la base, a mazazos. Uno los siguientes trozos con barbotina. Podría no hacerlo pero de ésta forma será mas difícil que al encoger se rompa. Introduzco en la estructura mi bloque anterior teniendo en cuenta la medida máxima a la que comenzaré el busto: 40 cm
Mi forma de hacer el modelado de una persona trabajar es, moviéndome alrededor de la obra, pero con los retratos necesitas tener un punto de vista a la altura de tu mirada. Por ello uso un caballete muy alto que me permita ésto.
Continúo rellenando la zona del cuello, con misma técnica anterior y por fin, tengo completo mi bloque de unos 40 cm de altura. Aprovecho el mazo de goma y sigo conformando el volumen de la obra fijándome en mi modelo.
Me encanta ésta fase a la que yo llamo impresionista, también impresionante… porque se comienzan a desplegar todos los sentidos. procuro no perder la verticalidad, al tiempo que consolido la forma cilíndrica más parecida al humano. No es que no me guste modelar a mano que me encanta, es que avanzo mas rápido así.
Me embebo del ambiente de su vida, tras conseguir algo de información. Solo así puedo ser capaz de entender un poco del alma de esa persona.
Una vez que he compuesto el bloque principal, haré un trabajo mixto entre la talla y el desplazamiento de material y su colocación. Mido las formas generales, según las fotografías, adaptando siempre mi el punto de vista a la imagen. Ser conscientes del objetivo y distancia al observador con el que se hicieron las fotos es crucial para entender las deformaciones producidas por el escorzo y las diferencias entre unas y otras.
Existen ciertos «ejes» que me gusta seguir, como los planos de una aeronave, donde las referencias siempre se hacen a algún punto. En nuestro caso la verticalidad, y sobre todo y muy importante, visto de perfil nuestro modelo, qué angulo de rotación tiene su cuello en cada fotografía. De ésta forma podremos comparar unas fotografías con otras para completar la información que nos muestran.
Una vez que hemos realizado el «cráneo» y sus proporciones de frente y perfil, vamos contorneando la silueta, al tiempo que trazamos lineas a cuchillo que serán sus futuros rasgos.
Poco a poco vamos encontrando la fisionomía de la persona. Desvelamos como, a través de la geometría aparece la luz, y ésta da vida a los rasgos y expresiones que iremos descubriendo. En las fases iniciales no suelo hacer las orejas porque desvirtúo el volumen de la cabeza y me cuesta encontrar después la parte de atrás del cráneo.
El cuello debe tener la medida mas próxima a la realidad porque así el conjunto cabeza y cuello ganará, y nos acercaremos al «tipo».
Hoy nuestro modelo es un hombre alto y vigoroso, con unos pómulos muy fuertes a la vez que proporcionado en sus medidas. De carisma regio, cejas con carácter, faz musculosa, con control expresivo, rigor y autoridad en la mirada. La separación de los ojos también denota fortaleza física. Cejas con recorrido en el perfil. Quijada fuerte y un aire de superación constante.
La mirada en escultura
La mirada es algo sutil, no solo se trata tan solo de medir las cuencas de los ojos de la mejor forma posible, sino que requiere sacar la esencia de la persona, su alma. a través de esos cráteres iluminados.
Para que la mirada sea efectista, debe estar bien dibujada- modelada de frente pero también de perfil. Las luces y las sombras así como los valores intermedios, deberán estar representados, con la clave de la persona. Cada persona tenemos unos rasgos físicos, psicológicos un carisma únicos, como la huella digital de un dni.
Encontrar la ecuación suele ser fácil cuando se utilizan partes del cerebro derecho, el de la intuición, el volumen o la sombra. Es el hemisferio más inteligente, porque es capaz de unificar muchas posibles soluciones y encontrar la más coherente.