El Movimiento en escultura
El movimiento en escultura es ese estado que se transmite a la mente del observador, el que puede apreciar si la obra se encuentra en quietud o por el contrario se encuentra en movimiento. Pura percepción.
El movimiento en la escultura puede ser real o ilusorio.
En el primer caso la obra literalmente se mueve. Un ejemplo de ésto son los móviles con ejes de giro o articulaciones. En el segundo la ilusión hace el resto, y percibimos la sensación de movimiento.
A lo largo de la historia, se ha estudiado la credibilidad de éste movimiento en la escultura y según fueran las épocas se ha intentado reproducir en las obras un movimiento más o menos impactante.
En las épocas clásicas se llegó a ese estudio anatómico y del movimiento, para encontrar en el dibujo previo, desde distintos ángulos la forma definitiva que después se aplicaría al modelado de escultura.
Algunos comentarios famosos respecto del movimiento en la escultura:
«Para mi gusto, la escultura debería tener el menor movimiento posible. Rodin mismo permanece quieto; pone movimiento en los músculos, pero el conjunto queda quieto y tranquilo» (Arístides Maillol).
«Nos hemos liberado de los viejos errores de los egipcios, según los cuales el elemento básico del arte sólo podía ser un ritmo estático. Y enunciamos que los elementos del arte tienen su base en un ritmo dinámico” (Manifiesto constructivista de Gabo y Pevsner).
Cuando hace irrupción llegada de la fotografía, la cosa se sistematizó y todos los estudios artísticos utilizaban modelos reales. Pero también fotografías. Así podían analizarlos con precisión. Las academias llegaron a enseñar a dibujar con modelos fotográficos.
El movimiento en el arte digital 3d
El siglo XX pudo reproducir de forma fidedigna el movimiento en escultura, gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales como el cine y la fotografía y más concretamente la fotoescultura
Pero el hombre y la técnica han llegado mucho más lejos en éste sentido ya que hoy día, los escáneres 3d y los programas de fotogrametría han ofrecido la posibilidad de escanear en tiempo real al ser en movimiento. Y no solo ésto sino que el personaje en movimiento, se convierte en una capa alpha de vídeo de la que se graba la geometría gracias a la la utilización de dianas en la superficie de su cuerpo que capturan en cada momento su posición tridimensional.
De ésta forma podemos generar mayas 3d que después, al igual que hizo Walt Disney con los dibujos animados, grabando previamente bailarines y después copiando cada fotograma y dibujando el nuevo personaje encima.
En éste sentido el cine ha superado «el movimiento» del arte de la escultura. El abanico de posibilidades que hoy día ofrece la escultura es mayor que antes, puesto que el modelado escultórico hoy se produce en programas informáticos. ZBrush o Maya con los que es posible el modelado desde cero. una escultura y aplicarle un movimiento Virtual y real al mismo tiempo.